jueves, 15 de abril de 2010

EN CAMPELLES NACIERON CRACKS


Hacía tiempo que no escribía en mi blog, porque he estado ocupada con el tema de la reparación del reloj de la iglesia de mi pueblo, y mientras esperaba que las falsas promesas del alcalde se hicieran realidad, le he cogido afición a consultar diariamente la actualidad que nos envuelve mediante los diversos periódicos digitales de internet, cuando de repente me he topado con una noticia sorprendente y quizás desconocida para la mayoría de los aficionados al futbol, que paso a comentar.

Quizás mis palabras suenen tendenciosas y el lector crea que quiero aprovecharme de tres personajes que han hecho mucho favor al mejor club del mundo, y debo reconocer que es cierto. Estoy hablando, claro está, del Barça, de Joan Lacueva, y como no, de Leo Messi.

Campelles y Lionel Messi tienen más relación de la que parece.

Relacionar a Campelles con Leo Messi quizás les parezca algo incoherente, pero lo cierto es que es así. Joan Lacueva, ex gerente del Espanyol que durante tres años ejerció de ejecutivo en los despachos del Barcelona, nació el 8 de agosto de 1949 en Campelles, concretamente en la Colònia Fábregas, hoy derruída, donde vivían mas de 200 familias, y ocupada actualmente por cuatro naves industriales, donde trabajan alrededor de 20 personas, otra tristeza más de Sant Martí, y que de un valor y potencial enorme ha quedado en valor cero. Espero que el Sr. Lacueva cuando vuelva a pisar su pueblo natal no se entristezca al ver la desafortunada gestión de dicha Colònia, de la que por cierto próximamente escribiré otro artículo aparte, pero sigamos con lo nuestro…

Como buen “Campellenc”, asumió una responsabilidad inaudita guiado por una corazonada. Cuando nadie daba un duro por el mejor jugador actual de futbol mundial, él se dejó llevar por su intuición. “Para eso me pagaban”, explica Lacueva, quien admite incluso que hizo trampas: compró las primeras dosis de la hormona del crecimiento para que Leo siguiera el tratamiento que ya recibía en Argentina en una farmacia cercana al Camp Nou. “Había que hacer cosas o se largaba”, asumió el gestor deportivo.

Joan Lacueva (en el círculo), El héroe “Campellenc”.

También tuvo que aguantar comentarios como el de Parera: “No sé por qué te dejas los cuernos en este tema. Es un niño de 12 años. Para cuando ese crío sea un crack, si es que llega a serlo algún dia, cosa que dudo mucho, tú ya no estarás!!!”.

En aquella época se montaron en la directiva unos líos impresionantes: “Nadie perdió el tiempo por aquel niño en aquella junta más que para insultar a Lacueva”, recuerda el mismísimo Parera al tiempo que destaca el esfuerzo realizado por Rexach, Rifé y Minguella, que en todo momento le apoyaron.

Nadie sabía que en la misma casa habían encontrado oro en un niño de 12 años llamado Messi, del mismo modo que los humanos desconocemos que muy cerquita de la nuestra, existe un pueblo encantador llamado Campelles.

Al igual que todos disfrutamos en estos momentos de la labor que desempeñó Lacueva en la sombra y en los años que Gaspart rogaba y luchaba para que Saviola le sacara del fango, junto con la misma terquedad que intuición como buen “Campellenc”, de él, y de todo su entorno esperamos sacar un buen provecho por el bien de su pueblo natal, Campelles.

¿Seremos capaces de sacar un provecho sano para beneficiar al pueblo que le vió nacer? De todo corazón, espero que si.

miércoles, 13 de mayo de 2009

LA TRISTEZA DE SANT MARTÍ


Desde hace un tiempo, habitar o dar un simple paseo por Campelles se ha convertido en un lamentable viaje en el tiempo, donde al dirigir la mirada a un lado de las escaleras de nuestra iglesia contemplo al mismísimo Sant Martí agazapado y deprimido.

- ¿Qué le sucede, buen hombre? - Le pregunto.
Debe ser la crisis. – Me responde.
- ¿A que se refiere? – Le insisto.
Y derramando una lágrima, con voz triste y apagada me susurra e indica que dirija la mirada hacia el reloj del campanario...

Pero detengámonos aquí.
Creo que me estoy dejando llevar por la nostalgia y el lector no sabe a que me estoy refiriendo ni que historia estoy contando, así que aprovecho que mi ordenador ha despertado del estado de letargo en el que estaba sumido e intentaré narrar lo que Sant Martí pide a gritos sordos.

En mi bonito pueblo, y sobresaliendo por encima de las casas y situada en el centro del mismo se asienta la iglesia románica de Sant Martí, cuya existencia aparece ya citada en el año 1035 como iglesia parroquial, aunque del edificio románico original ya no se conserva ni el pomo de la puerta. Eso si, parte de un lienzo de pared orientada a mediodía, con un tipo de construcción que relacionamos con el estilo románico del siglo XI todavía perdura inmutable a pesar del paso del tiempo. La antigua iglesia parroquial fue reformada y ampliada a finales del siglo XVIII, y su orientación se modificó.

La cuestión es que Campelles, el pueblo sin ley, ha amanecido y anochecido desde el mes de septiembre de 2008 hasta hoy con el sonido de las campanas tocando a muertos cada quince minutos.
¿Acaso muere alguien cada cuarto de hora en el pueblo y sólo de día? ¿Acaso vivimos tantas almas en él para que las defunciones hagan acopio de las citadas 14 horas del día? ¿Solo muere la gente desde las 8:00 hasta las 22:00 horas? ¿Tiene la muerte un horario establecido?

Porque claro: si tuviéramos que dar una explicación racional y medianamente comprensible a tal fenómeno resultaría (nada más y nada menos) que 56 personas pasan a mejor vida cada día, y que yo sepa solamente tenemos 100 vecinos censados, aunque lo que se dice habitar, habitamos 34 personas y 1 "personajillo", además de algunas gallinas huérfanas y un perro de orejas al viento y andares cansinos, así que inexorablemente me vienen muchas preguntas a la mente:

¿Será una premonición? ¿Se harán realidad las siete profecías Mayas? ¿Queda suficiente madera en nuestros bosques afeitados para elaborar tantos ataúdes? ¿Tenía razón Nostradamus cuando predijo tanta muerte y calamidad? O todavía más simple: ¿Acaso no se podría reparar el reloj?

Las viejas campanas cada 900 segundos recuerdan a habitantes, excursionistas, “pixapins” y otras alegres gentes que se acercan a nuestro bello pueblo para pasar un día agradable en contacto con la naturaleza que se han adentrado en el pueblo de la muerte. Quizás sea ese el destino real de Campelles. De hecho no hay más que contemplar al pobre Sant Martí en su triste y depresiva soledad.

A veces me pregunto si lo que realmente muere y merma cada quince minutos es el fondo público del ayuntamiento, porque a la vista de los acontecimientos parece ser que la reparación del reloj necesita una ejecución tan complicada comparable al pulido de la lente mayor del observatorio de Monte Palomar, o de un previo informe elaborado por un técnico de la NASA experto en fisión nuclear, cuando a mi parecer, con un simple andamio se podría solucionar.

Para que el lector no piense que escribo desencaminadamente, puedo aportar a este escrito que hace escasamente un par de años, y después de percibir la subvención pertinente, alguien tuvo la ingeniosa idea de conectar vía satélite dicho reloj.

Según fuentes consultadas he llegado a la conclusión que no puede ser otro que el mismísimo Sputnik I, de fabricación Rusa y comprado de saldo en el mercado negro de la U.R.S.S, porque de otra manera no lo puedo entender.
El resultado de esta innovadora idea y tan laboriosa misión de ingeniería es obvia: Falla cual escopeta de caña desde el primer día, congelado en las 11: 15 horas durante todo este tiempo.

Con el fin de que se comprenda cómo se opera por estos lugares, puedo también comparar este caso con otro fenómeno paranormal pendiente de explicación: El de los murales de cristal del rosetón de la iglesia; Me refiero, claro está, a una nueva chapuza (otra más). Un mal día se desprendió un pequeño cristal del mismo, y las autoridades, en un alarde transitorio y sintiéndose por una sola vez responsables y defensores del patrimonio cultural de la humanidad decidieron subsanar la irreparable pérdida, dando el previsible y lastimoso resultado de un rosetón vestido y decorado con cartón de embalar, pintado posteriormente. Eso si, el frío no entra, ya que la lluvia ha transformado el material en una masa difícil de penetrar.

¿Dónde ha ido a parar el mural original? ¿Quizás a algún museo? ¿No era más fácil reponer el fragmento de cristal roto que arrancarlo al completo y sustituirlo por un simple cartón? ¿Qué tenia que ver el uno con el otro?


Por otro lado, me pregunto que habrá sucedido con el reloj original, me refiero al que incansablemente nos hizo saber el tiempo durante 200 años, ya que conviene recordar que el mentado actual y primo hermano del Sputnik es una burda réplica del anterior. ¿Quizás estará en el mismo museo que los murales?


No puedo entender la negligencia y falta de escrúpulos de algunas autoridades que aún a sabiendas de lo que acontece no hacen nada al respecto, aunque por otro lado la explicación es bastante simple: falta de vergüenza.

¿Cómo no va a estar depresivo Sant Martí?
Es cierto que después de la guerra nuestra iglesia románica se fue deteriorando y sufrió el inexorable abandono durante décadas, y es comprensible, pero no hay peor guerra o batalla que la que mantiene el alma triste de este fraile beatificado desde hace mucho tiempo con los que le usurparon su iglesia, y al mismo tiempo nuestro patrimonio cultural.

He visto casos de jóvenes “okupas” en los que han sido desalojados de los inmuebles donde se alojaban por las fuerzas del orden, pero señores, por lo menos ellos pintaban las paredes, gestión que parece demasiado difícil para los mandatarios de Campelles, por lo que han demostrado hasta ahora.

Tambien he visto películas donde aparecen extraños artefactos llamados “máquinas del tiempo” que hacen posible un viaje a voluntad a través de el, hacia delante y hacia atrás, y observando detenidamente al fraile con ese gesto doliente, su alma hundida y su rostro atormentado y seco, comprendo su preocupación al haber tenido la oportunidad y suerte de contemplar la iglesia en todo su esplendor y compararla con el estado en que se encuentra actualmente. Así que lo único que me queda es unirme a su pesar, con mi moral desplomada y sin posibilidad de recuperación en vista a la evidente falta de moral y respeto que nos rodea.

Según la leyenda, yendo de camino por el bosque Sant Martí encontró un mendigo desnudo a merced del frío. Partió su capa y lo vistió. A partir de ese momento sus fieles siempre hemos esperado que con su otra mitad protegiera y cubriera nuestro pueblo, pero Campelles está ahora al descubierto.

Por otro lado, me pregunto si ese hombre al que veo es realmente Sant Martí, o es Zapatero disfrazado de monje benedictino, porque las malas lenguas dicen que por allí anda de vez en cuando, recomendado por ilustres personajes que pasaron por allí antes que el, ahogando sus preocupaciones rezando algún que otro salmo incomprensible.

Que el lector saque sus propias conclusiones, porque a la vista de estos acontecimientos, creo sinceramente que el cabreo de Sant Martí, el patrón de nuestro pueblo, tiene plena justificación. Se quedó sin capa, sin iglesia, sin cristales, sin reloj, sin comunicación con el satélite, y si me apuran… sin calzoncillos.

Suplicare por su alma y espero que no coja también la gripe porcina de tanto meditar a la intemperie. Y es que cuando uno carga con la cruz…

Acerca de la fotografía del perrito:
Autor: Ignacio López / Fuente:
MIRADAS DE PASO (CAMPELLES)

miércoles, 3 de diciembre de 2008

OPERACIÓN CONTRABANDISTAS. Memorias de 70 años atrás.


Hubo un tiempo en el que la leña, la luz de carburo y las “teias” (astillas de madera resinosa) eran la máxima tecnología punta disponible en nuestras casas. En aquel tiempo nos quedaba mucho que imaginar y soñar.

La propia radio, o La T.V. en blanco y negro era una ficción inimaginable hasta para el más arriesgado escritor de novelas futuristas, y en aquellos días nadie sabía lo que era una crisis financiera, entre otras cosas porque ya vivíamos dentro de ella, en la más mísera etapa que recuerdan los mas ancianos, comparable incluso con la edad media, donde las enfermedades, hambrunas, y pillajes eran el pan de todos los días.

La única forma de subsistir en aquellos tiempos era dedicarse al contrabando de mercancías varias. Hubo unos hombres que caminaban desde Barcelona hasta Andorra y viceversa, cargados con fardos llenos de “púas de continua” (unas agujas que después serían montadas en las máquinas textiles), radios de las ruedas de bicicleta y algunos artículos variados más. Estos “portes” duraban alrededor de 5 días, y después de una larga y penosa epopeya a merced de la nieve, la lluvia, las alimañas, el mal tiempo y la vigilancia de la Guardia Civil, culminaban la operación vendiéndolas en las fábricas de Sabadell.

Durante ese trayecto, y tras evitar las zonas de riesgo, los resbaladizos caminos y barrancos, las pendientes montañosas y accidentes naturales del terreno, ataviados con penoso calzado y bandas de tela envueltas y atadas con cuerdas desde los pies hasta más arriba de las rodillas para aislarse de la humedad y no sufrir desgarros y torceduras, solían hacer un merecido alto en el camino en las masías que encontraban a su paso. Una de ellas, la masía de Can Coll, en el municipio de Campelles, donde nací, crecí y viví casi 20 años.

Recuerdo que tomaban como alimento una sopa que preparábamos con pan y tocino (cuando lo había), luchaban contra el frío calentándose junto a una hoguera, descansaban unas horas sobre la paja y reanudaban su camino de madrugada. Todo ello de corazón a corazón, sin retribución económica y ningún céntimo a cambio como muestra de gratitud. Sabíamos que si las autoridades de aquel tiempo detectaban alguna actitud sospechosa lo único que podríamos obtener sería una buena temporada a la sombra, o algo peor.

En aquellas jornadas, las envidias y rencores entre vecinos eran el pan (duro) de todos los días, y todos lo sabíamos. Eramos conscientes y de hecho, habíamos oído que en otros pueblos y bosques cercanos a la frontera de Francia la Guardia Civil había detenido, procesado y encarcelado a muchos de los padres de familia que no tenían otra forma de mantener a sus hijos que la de adquirir artículos manufacturados en Andorra y venderlos posteriormente en las fábricas Catalanas. Estos hombres valientes fueron bautizados con el apodo de “contrabandistas”.

Recuerdo aquella ocasión en que una denuncia anónima que después supimos que provino de nuestro propio pueblo los puso contra las cuerdas. A ellos, y a nosotros.

Una de las tareas diarias que mi padre no podía pasar por alto era la elaboración de carbón para vender y para nuestro servicio propio. Un carbón que se obtenía a base de madera de Boj, tierra de los bosques y una sabiduría ancestral ya perdida. Gracias a ello obteníamos algún ingreso para nuestra subsistencia. Una desgraciada noche, después de alimentar a 5 contrabandistas y curar sus heridas, mi padre, humano donde los hubo, decidió comprobar si todo transcurría correctamente y aprovechó para hacer un pequeño control en el proceso de elaboración del mismo, y salió de casa en mitad de la noche, sin haberse percatado que “ellos” llevaban allí varias horas controlando todos sus movimientos.

Tras comprobar el buen estado del carbón, volvió a refugiarse en casa, vislumbrando a través de la niebla que se difuminaba en las ventanas cómo dos tricornios se movían junto a los suyos, comprobando para su sorpresa, que una pareja de Guardias Civiles nos había intervenido, detenido y arrestado. A los cinco contrabandistas y la familia Coll al completo. Sabíamos que dar cobijo y alimentos a los contrabandistas era un grave delito, y sé que esa idea atormentaba su mente a diario, pero la humanidad que siempre habitó en él fue más fuerte que el riesgo de cárcel o el propio fusilamiento, y así lo demostró.

Tras un largo interrogatorio por parte de los dos agentes de la Benemérita y la interminable y evangelizadora labor de mi padre enseñando al que no sabe o no quiere escuchar, pudo hacerles comprender que el único delito que habían cometido aquellos hombres fue el de ejecutar día a día la obligación que todo hombre debe cumplir. Alimentar y mantener a sus familias como ellos mismos harían con las suyas. La diferencia entre unos y otros simplemente radicaba en que a aquellos hombres no se les había dado la oportunidad de hacerlo con honor.

Rara vez ningún agente atendía a la aplastante lógica humanitaria, y mucho menos si provenía del pueblo llano, pero en aquella ocasión algo les hizo dejar a un lado el verde uniforme y dejar al descubierto su lado mas humano. Aquella pareja de Guardias Civiles comprendió, aún arriesgando su tricornio. Pienso que quizás ellos también tuvieran familia e hijos y eso fue lo que les hizo activar el resorte civilizador en sus mentes. Decidieron únicamente confiscar los fardos de aquellos hombres y dejar libres a los contrabandistas y a la familia Coll.

De común acuerdo entre las partes, y dejando claro que aquella arriesgada decisión era mucho más que un secreto entre los presentes, se marcharon montaña abajo, y mientras evitaban los resbalones y la oscuridad de aquella noche, dejaban entrever el cañón de sus fusiles por fuera de las gabardinas como advertencia y recordatorio de nuestro pacto. No hicieron falta más palabras.

Años después, en uno de los muchos viajes que mi padre hacía con el ganado a Olot, y quizás empujado por el destino, se topó con alguien que le era conocido. Aquel hombre también lo miró fijamente a los ojos. Resultó ser uno de los Agentes de la Benemérita que estuvo implicado en el suceso narrado. Saludó a mi padre, y le explicó que ya estaba jubilado. Ahora, sin el agobiante peso del tricornio estaba dispuesto a explicarle todo lo sucedido. Le explicó quien había sido el autor de tan horrible maldad. Le confesó que el autor de la denuncia fue, para su sorpresa y la de todos, ni más ni menos que un familiar nuestro, lleno de envidias y rencores, al cual unos días más tarde tuvimos la oportunidad de “darle las gracias”.

Algo me dice que debo detener la narración aquí. Quisiera hablaros también de mis vivencias con los “Makis”, pero esto será en otra ocasión.

miércoles, 29 de octubre de 2008

7º Capítulo: La vida es una oportunidad, aprovéchala.


Como cualquier medico que se precie, se debe reconocer antes al paciente para diagnosticar y remediar su enfermedad. Por eso, una vez más, me dirijo a mis lectores con un único objetivo, ya que estoy recibiendo muchísimos comentarios sobre mis opiniones y blog en general. Entre ellos abundan los halagos, críticas, felicitaciones, quejas y consejos. Los he leído todos. Desde la primera letra hasta el punto final.

No sabéis hasta que punto me encantaría publicarlos todos. Los que van a mi favor, y los que van en contra. No tengo ningún inconveniente para hacerlo, y la verdad, me haría una ilusión tremenda ver cómo las frases de vuestros comentarios superan en número a las mías, ya que el objetivo de este sitio siempre fue el de la apología y opinión libre. De hecho lo estáis haciendo, pero sólo os falta un pequeño parámetro.

Todas las críticas y comentarios tienen cabida en este blog, pero en una entrada anterior ya dejé claro el único requisito que pongo para que podamos crear entre todos un tema de discusión constructiva. Creo que no pido nada fuera de lo común. No os pido una fotografía, ni credenciales, ni currículums, y mucho menos que os identifiquéis con vuestro D.N.I. No es necesario, ya que entiendo que cada cual tiene sus prejuicios. Pero sí os pido, reiterándome por enésima vez que si queréis ver publicados vuestros comentarios lo hagáis de forma abierta.

Al fin y al cabo, toda discusión sobre cualquier tema y la participación de lectores como vosotros, hace salir a la luz algún que otro tema que yo haya podido dejar en el tintero. El principio básico y la intención de esto, siempre será un único objetivo: Crear un pueblo mejor, o cuanto menos, intentar “repararlo” para no dar opción a la crítica a nuestros hijos y nietos.

Es por ello que os invito de nuevo a que os mostréis abiertamente para participar, opinar, criticar y exponer. Es nuestra misión, y no la de nuestras generaciones venideras. Creo que deberíamos tener más temor a los actos que a diario cometemos y terminan en la degradación de nuestro entorno natural y que un día muy próximo juzgarán nuestros nietos, que a mostrarnos abiertamente y decir quienes somos y porqué opinamos.

Algunos, sin daros cuenta, estáis jugando con supuesta ventaja, puesto que podéis opinar sobre cualquier entrada, frase o párrafo sin daros a conocer, cuando yo me presenté a todos vosotros desde el primer momento, y os expondré un breve ejemplo: un lector/a de mi blog me hace saber por segunda vez que como no publico sus comentarios, esto ya se está convirtiendo en un monólogo. Solo se me ocurre que podría dejar de serlo con el simple hecho de que se identificara.

¿Sabéis? Una de las cosas que tengo más claras, es la de que nuestros políticos, mandatarios y responsables de organismos oficiales, siguen siéndolo gracias a que nos han hecho creer que ellos son la solución, cuando precisamente ellos son EL PROBLEMA.

Os habéis dado cuenta de una cosa? Cuando vamos a votar a las urnas, presentamos nuestro DNI para poder hacerlo, pero en la papeleta no figura nuestro nombre, con lo cual demuestra que al fin y al cabo les importa un pimiento quién les ha votado, y de paso, nos meten en la cabeza que el anonimato es la mejor protección. Nada más lejos de la realidad.

El anonimato siempre fue una trampa en todos los aspectos cotidianos, y por ello insisto tanto en ello. Durante largo y continuado tiempo nos han hecho creer que anulando y escondiendo nuestra identidad haremos mejores críticas y protegeremos mejor nuestras gestiones, cuando ésta creencia impuesta está pensada para nuestra anulación como personas. Mientras tanto, y luchando a diario para que nuestros vecinos no sepan que en realidad no trabajamos en una oficina, sino que ejercemos de obrero de la construcción, (labor digna y necesaria) ellos crecen y se regocijan en poder.

¿Porqué tanto miedo a expresarnos de frente? ¿Porqué ése temor irracional a ser reconocidos?

Luchamos a diario por ser valorados como personas y para que dejen de tratarnos como un simple número, y sin darnos cuenta nos seguimos escondiendo, que en definitiva, es lo que nos han inculcado y enseñado.

Depende de vosotros que hayáis bebido de esa fuente, o aprendido a hacer caso omiso a las recomendaciones y consejos de nuestros mandatarios, de las que siempre desconfío, y de las que os invito a reflexionar de nuevo.

Ayudadme a que este blog crezca con vuestras aportaciones, no omitiré ninguno, sea crítico o halagador. Lo único que os pido es que no os escondáis detrás de un biombo.

¿Queréis probar? Adelante, pues.
Intentémoslo de nuevo. Gracias a todos.

martes, 21 de octubre de 2008

Capítulo 6º: Lo único real es la muerte II


Sempre amb el teu somriure.

Enfrontar-se a la pressió d’un full en blanc és encarar-se a les emocions, als sentiments.

Aquesta batalla està sent difícil, però amb les poques forces que ens queden, per a tu, AVIA, ens hi enfrontarem. Són aquestes forces les que tu ens has ensenyat a guardar durant tots aquests anys. Fa gairebé un any, amb la mort de l’avi, ens vas demostrar un cop més que, fins i tot en els pitjors moments, són aquestes forces (tot i que inundades de dolor) les que ens mantenen serens i en peu.

Sempre amb el teu somriure.
Vas estimar a l’avi, vas estimar-lo molt. Un amor incondicional, admirable i flagrant. Ho has donat tot per a ell, i això és el que a tu et feia feliç. Amb ell vas estimar la terra, la natura i les flors. Amb tu, no existien els estius sense l’olor de margarita i ginesta.

I sempre aquell somriure.
Amb la constància i paciencia vas pujar a la Dolors, la Mei i la Nuri i, sens dubte, els vas saber transmetre el carinyo i el respecte que et definien; les bones paraules i la dolçor de la teva veu. Els vestits amb els que gaudies; tant fent-los com lluint-los.

Amb alegria vivies el dia a dia. Amb alegria, elegància i serenitat has aconseguit que el teu afecte perduri en les memòries de tots nosaltres. T’has cuidat de tots els que t’hem envoltat. Has acceptat i tractat com a tres fills més al Joan, el Xavier I el Xevi. Has comptat amb la companyia d’una germana I un cunyat amb els que us heu estimat i respectat sempre.

I sempre aquell somriure.
Has lluitat contra una malaltia cruel; ho has fet, una vegada mes, amb força i constància. Tots hem lluitat amb tu, Aixa com tu ho has fet sempre per nosaltres.

I sempre aquell somriure.
Els teus nets hem sigut els darrers en aprendre de tu. Ens has vist néixer, ens has vist caminar, ens has vist caure i ens has enseñita a tornar-nos a aixecar. Ens has fet jugar, ens has fet riure. Ens has demostrat que amb educació i humilitat, es pot avançar per camins més dolços i camins més aspres. Amb tu hem après a mirar la vida amb bons ulls. Amb tu hem descobert que amb un granet de sorra cada dia, es poden alçar muntanyes molt altes.

I sempre aquell somriure.
Creieu que podrem oblidar el seu somriure? Jo no.
Això no és un adéu, és un per sempre.

Airí Dordas Perpinyà.

=====================================

Esta vez, además de las esquelas de la segunda publicación, me gustaría rendir un pequeño homenaje mediante esta fotografía al capellán de nuestro pueblo, también fallecido, que reposa ahora en nuestro cementerio.



Aquilino Rollon i Blázquez
Falleció en Campelles, 16 de mayo de 2005 a la edad de 74 años



Bernabea Martínez Mansilla
Falleció en Barcelona el 10 de octubre de 2006 a la edad de 80 años


José Sangrá Bosch
Falleció en Barcelona el 29 de abril de 2008 a la edad de 85 años




Mª Mercè Palau Castany de Pineda
Falleció en Vic, el 3 de enero de 1999 a la edad de 44 años




Núria Bartès-Peiris i Casas
Falleció en Campelles, el 15 de junio de 2006 a la edad de 53 años



jueves, 16 de octubre de 2008

Capítulo 5º: No acepto "barco" como animal acuático


Hasta el dia de hoy no dejo de sorprenderme. A mi edad, me alegra descubrir nuevas cosas cada dia, y aunque daba por hecho que ya lo había visto y oido todo (o casi todo), una vez más me invade aquel sabor agrio de antaño, de aquella España rural y profunda en la que nadie dudaba del cielo y del infierno, del purgatorio y de la existencia de la posibilidad de ocupar la diestra de Dios al lado de los Angelitos (siempre y cuando hubieramos depositado previamente algunas “rubias” en el cepillo de la iglesia).

Soy una persona que odia la violencia, detesto la polémica gratuíta y la confusión o manipulación premeditada. La verdad, tengo demasiadas cosas productivas por hacer todos los dias y jamás perdería el tiempo intentando sacar lustro al óxido incrustado, y muchísimo menos hacerselo perder a los demás.

Este es un blog de lectura y opinión libre, y desde el primer dia en que decidí crearlo partiendo de mi firme principio de basarme únicamente en verdades contrastables y verificables, también me acompañó la certeza de que como cualquier otra acción que ejecutemos en la vida, podria dar pie a comentarios a favor y en contra, así como exponerlo al aumento y engrose de fans y lectores ocasionales, pero también de enemigos o detractores.

Soy consciente de que en el siglo XXI, cualquier opinión, pensamiento, acción o frase expuesta a un público puede y debe ser objeto de debate, justamente por ello, y como cualquier noticia de cualquier periódico, este blog pretende y pretenderá siempre abrir los ojos de los ciegos y videntes, de los que no pueden ver, de los que no saben ver y a los que no les dejaron ver, pero sobre todo está destinado a los que saben observar, valorar, compartir y comentar las palabras y vivencias de una “pagesa” veterana.

He recordado aquellos tiempos en que la verdadera sabiduría estaba escondida en lo más profundo de las iglesias y conventos (y allí sigue parte de él). No existían las bibliotecas, ni internet, ni radio, ni TV ni demás trastos llenos de cables y circuitos donde a diario aparece un señor o señora poniendonos al dia del estado del planeta. Todos eramos unos incultos y analfabetos que nos conformabamos con lo que nos decía el más avispado. Cualquier rumor o habladuría quedaba dentro del hogar y rara vez veía la luz debido al terror que producía pensar en que podía peligrar el pequeño trozo de pan rancio con el cual debíamos sobrevivir muchas familias, pero ahora, gracias a Dios (y a los japoneses que inventan estas maquinas infernales) todo es distinto. Cualquiera puede expresarse libremente, cualquiera puede opinar y cualquiera puede estar en desacuerdo, pero lo que jamás haré será fabular gratuítamente.

Este blog no está destinado a hacer apología o narración de mitos, habladurías, leyendas o cuentos. Todo lo que he publicado hasta hoy, no está basado ni inspirado en chismes sin fundamento destinados a deleitar una reunión de ancianas chafarderas y malintencionadas. Todo lo que aquí se ha publicado son verdades como templos. Verdades tan grandes comparables al hecho de que mañana volverá a salir el sol aunque sea detrás de alguna nube, y por ende, invito a cualquier alma viva que sea capaz de negar dicho cuerpo celeste en un dia de lluvia por el simple hecho de no poder verlo entre las gotas de agua que le empañan los ojos, aunque de momento y afortunadamente siguen regando nuestros inigualables bosques de mi bonito pueblo.

Precisamente en este blog invito a la participación, a la reflexion y tambien a todos aquellos que con algo de lo que yo haya escrito esté en desacuerdo. Que el lector no olvide que que este blog es realista y personal, es decir: Cada una de las palabras y frases aquí escritas son mis pensamientos, vivencias y certezas únicas, y no las de nadie más.

Digo esto porque hay gente que todavia no sabe que simplemente pinchando en un enlace de mi blog, puede acceder a mi correo y escribirme, opinar, o simplemente discrepar. Cada cual puede opinar lo que quiera, como yo lo hago aquí, pero he comprobado que aquel miedo al que me refiero más arriba está apareciendo de nuevo. Queridos lectores: espero que no os dejeis llevar por el pánico ancestral y de nuevo os hago esta invitación: escribidme y hacedme saber vuestras opiniones, para bien o para mal. Yo siempre estaré aquí, sin tapujos, sin barreras y sin ningún tipo de vergüenza para responderos. Contestaré a todos vuestros correos, seais quien seais, pero por favor, dirigiros a mi persona y no a ninguna otra, de cara, de frente, y con valentía.

No se porqué se alarma una pequeña parte de la población de campelles al ver publicadas mis frases, cuando sin ir más lejos, escasamente dos dias atrás, la noticia que mas titulares abarcó en los periódicos aparte de la crisis que atraviesa España, fué la de los tejemanejes y andaduras de nuestro alcalde vecino, las cuales han terminado con el susodicho esposado, interrogado y preso de la noche a la mañana. Las irregularidades cometidas y su edad no permitirán que ingrese en prisión, pero una vez más y para corroborar lo que digo, afirmo: si por robar una gallina casi termina en prisión…. Que se prepare aquel que ha osado robar el gallinero completo, porque sus dias están contados.

Siento reiterarme, pero de nuevo os recuerdo a todos que este blog lo escribe Francisca Riu i Coll y nadie más. Acepto de buen grado, como antes dije, que en el vestuario se comente la jugada cual penalty mal ejecutado, o como golazo desde el centro del campo, pero recordad, queridos detractores y fans, que las dudas, sugerencias, felicitaciones o quejas deben ser expuestas a mi persona, preferiblemente.

Después de todo, ¿de que os extrañais? Si en el fondo, sabeis todos que lo que aquí se publica es la verdad, y como tal, solo tiene un camino. Seremos pacientes y esperaremos. El tiempo me dará o quitará la razón, pero lo que jamás haré será “aceptar pulpo como animal de compañía”, ni “barco como animal acuático”.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Capítulo 4º: Lo único real es la muerte


Como ya sabrán mis lectores, desde muy pequeña tengo una afición muy especial. Soy coleccionista de esquelas fúnebres. Todas ellas tienen un significado único y especial, y con respecto a las demás. Todas ellas tienen su propia historia, sus propios secretos y su propia antigüedad.

En medida de lo posible, quiero compartir con Vdes. la labor de toda mi vida, y con ello, aunque difícil, intentaré transmitirles también mis pensamientos. Detrás de cada una de ellas hay toda una vida y un importante legado.

A día de hoy, mi colección asciende a unas 3.500 esquelas, todas ellas reflejadas y escritas con sangre en la última página del libro personal de cada ser, que se amontonan en el archivo personal que sólo Dios ojea, otorgando una estrella más en el Cielo para cada cual.

D.ª Maria de Nuria Pi Guardia
Ribes de Freser, Gerona. Fallecida el dia 3 de junio de 1917.


D. Pedro Rull Perpiña
Campelles, Gerona. Vilmente asesinado por las hordas marxistas el dia 24 de noviembre de 1936, a la edad de 72 años.




D. Angel Casals Abel
Campelles, Gerona. Fallecido el 27 de agosto de 1949.


D.ª Francisca Portavella Orriols
Campelles, Gerona. Murió en Puigcerdá el dia 08 de octubre de 1946.

D. Ramon Casals i Turrats
Ribes de Freser, Gerona. Fallecido el dia 28 de julio de 1959.

Fin de la 1ª publicación de esquelas.
Espero disponer del tiempo suficiente para compartir algunas más con Vdes.